Cuando el joven decide dibujar el cordero que el niño pedía, no lograba complacerlo así que dibujo una caja y dijo al niño que el cordero estaba dentro de esa caja a lo que el niño respondió "es exactamente como lo quería" y ahí fue donde conoció al "principito" un niño como todos, con muchas preguntas. Al ver el avión inmediatamente pregunto que era y quedó sorprendido cuando supo que volaba, pero también sorprendió al hombre cuando le contó que venia de otro planeta, uno muy pequeño que al parecer era el asteroide B 612.
El principito y el cordero se han marchado hace ya seis años, un niño que no daba muchas explicaciones pero que si podía ver corderos a través de una caja, algo que nosotros no podemos hacer.
"Es necesario conservar la imaginación de un niño, para poder ser feliz en nuestra vida como adultos"
Un niño vive feliz porque cree en cosas abstractas que sólo pasan en su mente creativa; sin embargo las personas adultas sólo creemos en las cosas concretas y nos olvidamos de las cosas extraordinarias que pueden llegar a ocurrir cuando dejamos fluir nuestra imaginación. Sí porque son así como existen todas esas máquinas o inventos que nos rodean, existen porque un personaje pensó diferente para suplir una necesidad o simplemente para facilitarnos ciertas tareas domesticas; un personaje que sin importar que lo llamaran "loco" se arriesgó para dar a conocer su invento el resultado de la imaginación.
Reflexionemos
¿Por qué a las personas que piensan diferente a los demás les llamamos locos? ¿Por qué a los que conservan la imaginación de un niño cuando ya son adultos los llamamos infantiles o les decimos que no han madurado?