El principito visito el segundo planeta que se encontraba habitado por un hombre al que le gustaba mucho ser admirado, es decir, habitado por un vanidoso. El principito se marcho rápido de ese planeta porque se aburrió de aplaudir.
Continuando con las visitas el principito llego al siguiente planeta, donde habitaba un bebedor, esta visita fue rápida, ya que, el bebedor confeso que bebía y que sentía vergüenza de hacerlo.
El cuarto planeta que visito el principito esta habitado por un hombre ocupado que no levantaba ni la mirada cuando el principito hablaba, pero al escuchar la insistencia del principito decide responder a sus preguntas y después de varias preguntas aprendió una gran lección de aquel pequeño ya que no encontró que decirle para justificar sus acciones. El principito se marcho y como en las ocasiones anteriores pensó: "Las personas mayores, decididamente, son extraordinarias".
Opinión: En la actualidad existen muchas personas vanidosas que se consideran superiores a las demás personas ya sea por un mayor grado de estudio académico, una mejor situación económica o por otras razones pero no se dan cuenta que están cometiendo un error, ya que todos somos diferentes y poseemos diferentes habilidades y conocimientos; nadie es menos ni más porque todos somos capaces de realizar grandes logros en la vida es solo cuestión de actitud, avanzar o quedarnos en el mismo lugar es una decisión personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario