El principito empezó a preguntar al aviador si los corderos comen arbustos, al parecer era importante saberlo ya que él tenía un cordero al cual debía cuidar y el planeta en el que él habitaba tenía hierbas buenas y malas que daban semillas y como es lógico semillas buenas y malas.
El suelo del planeta del principito estaba infestado por semillas malas que él tenia que quitar con mucho esfuerzo y por eso aconsejo al aviador que dibujara el planeta y como se debía cuidar para que los niños de la tierra también conozcan que las semillas de los baobab se llegan a convertir en grandes árboles que pueden lograr que el planeta estalle.
Cada día el aviador conocía más sobre la vida del principito, el cuarto día supo que le gustaban las puestas de sol y el quinto día preguntó si los corderos comen flores y al escuchar la respuesta pregunto ¿Comen flores que tienen espinas? entonces ¿para que sirven las espinas? el aviador que estaba ocupado reparando el avión se molesto porque el principito le realizaba muchas preguntas y le dijo que estaba ocupado de "cosas serias" y el principito le dijo "hablas como las personas grandes".
El niño empezó a contarle que conocía un planeta donde habita un señor colorado que jamás había olido una flor y que jamás había querido a nadie y que sólo pasaba repitiendo "¡Soy un hombre serio, soy un hombre serio!" pero no es un hombre es un hongo.
El principito estaba molesto y hablaba de lo importante que una flor puede llegar a ser, fue así como empezó a oscurecer y el aviador tomando a el principito en sus brazos le dijo "la flor que tú quieres no corre peligro… te dibujaré un bozal para tu cordero y una armadura para la flor…te…".
Estas páginas reflejan que los niños también nos pueden enseñar muchas cosas importantes, en otras palabras de los niños podemos aprender y lo único que piden es nuestra atención y sobre todo la comprensión.
En muchas ocasiones tenemos niños en nuestros hogares y no les damos la oportunidad de expresar lo que sienten o piensan; cuando ellos nos buscan "siempre estamos ocupados" y no les ponemos la atención que ellos necesitan porque consideramos importante sólo las cosas que nos dicen las "personas grandes".
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