Era el octavo día desde que el aviador llego al desierto y se encontraba escuchando los cuentos sobre las visitas del principito y tomando agua cuando le comento al principito: son muy bonitos tus cuentos, pero yo no he reparado mi avión, no tengo nada para beber y seria feliz si pudiera ir en busca de una fuente.
El principito acompaño al aviador en busca de una fuente y después de 2 horas de caminar, cayo la noche en el desierto y el aviador cansado y con fiebre pregunto al principito: ¿Tienes sed, tú también? y él respondió: El agua puede ser buena también para el corazón...
El aviador sin comprender las palabras del principito se quedo callado y juntos se sentaron; el principito dijo: Las estrellas son hermosas, por una flor que no se ve... después dijo: El desierto es bello, el aviador respondió que si porque a él siempre le gusto el desierto.
En ese momento de conversación el principito se quedo dormido y el aviador lo tomo en sus brazos y siguió el camino y sentía emoción de llevar un tesoro y se dijo así mismo "Lo que más me emociona de este principito dormido es su fidelidad a una flor, es la imagen de la rosa que resplandece en él como la llama de una lámpara, incluso cuando duerme... "
Continuo caminando y encontró el pozo...
Opinión: En muchas ocasiones no comprendemos el mensaje que un niño nos quiere comunicar e incluso a veces no entendemos a las personas adultas, quizá porque solo pensamos en nuestros beneficios, en nuestros asuntos y nuestra vida, olvidamos que otras personas también son importantes y que debemos escuchar atentamente para poder comprender y ayudar. Recordemos que todos somos iguales y que nuestro derecho llega donde inicia el derecho de los demás, no seamos egoístas con los demás.
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