Me llama la atención esta frase del capítulo 61 "el hombre religioso no piensa más que en sí mismo" y pensándolo bien es la verdad porque solo piensa en la salvación, en el que van a pensar de él, como debo actuar, muchas cosas pero se olvidan de todo lo que los rodea e incluso de sus familiares, además no disfrutan la vida y con eso no me refiero a ir a bailes, tomar bebidas embriagantes, ni nada por el estilo porque con eso confunden las personas el disfrutar la vida. El hombre religioso, se vuelve un ser aburrido, enfermo, hipócrita y cada vez se aleja más de lo que él considera que esta logrando "la salvación" porque se vuelve un ser egoísta y frio.
Finalmente el escritor expresa: Éstas son para mí las bendiciones aportadas por el cristianismo. El parasitismo como única práctica de la Iglesia; la Iglesia, que con sus ideales anémicos, con sus idealidades de santidad, chupa de la vida toda la sangre, todo el amor, toda la esperanza; el más allá como voluntad de negar toda realidad; la cruz como signo de reconocimiento por la más subterránea conjura que jamás ha existido, conjura contra la salud, contra la belleza, contra el bienestar, contra la bravura, contra el espíritu, contra la bondad del alma, contra la vida misma... Yo quiero escribir sobre todas las paredes esta eterna acusación contra el cristianismo, allí donde haya paredes; yo poseo una escritura que hace ver aun a los ciegos... Yo llamo al cristianismo la única gran maldición, la única gran corrupción interior, el único gran instinto de venganza, para el cual ningún medio es bastante venenoso, oculto, subterráneo, pequeño; yo la llamo la única inmortal vergüenza de la humanidad.
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